lunes, 10 de marzo de 2008

Cuentos Breves

Allí, a orilla de la carretera, donde queda el basurero de esta ciudad olvidada de Dios y el Diablo está su cuerpo, yace placidamente como extasiado por conseguir su sueño, por soñar placido y eterno. Su vida había acabado antes de empezar, lo sabía y solo quería encontrar rápido su fin, era un joven bueno y si se tiene en cuenta que no hay muerto malo, podemos considerar entonces que era extremadamente bueno, bueno salvo por los 18 atracos, 4 violaciones, 3 homicidios y otras tantas pequeñas fechorías, era bueno, al menos para su madre siempre lo fue.

Los golpes y la violencia fue música para sus oídos; inspirado por los peores años de su madre fue adentrándose en el sub mundo. Ahora estaba en su lugar natural, plácido entre la bazofia yace inerte, a la vista de todos, como diciendo: aquí me tienen, donde me querían.

Un día nada más y no se cumplirá tu profecía, había dicho la noche anterior a la puta de siempre, a su amante y vaticinadora de cabecera desde hacía año y medio; ésta le había sonreído y con su mirada triste le aseguró: no cantes victoria, un día es un día.

Allí está, sin conocer su cédula se encontró de frente con la mano del dios de la muerte, con el miedo, porque pese a saber que le acechaba y aseguraba no temerle, la verdad fue demasiado ante sus ojos de niño asustado. Pidió a su verdugo un minuto y rezó. El fogonazo sonó y su cuerpo muerto se desplomó en aquel mundo de desechos.

El que a hierro mata a hierro muere, dijo el asesino; de pronto cayó en la cuenta del peso de sus palabras y se perdió en busca de su propio fin.



Agustin Valle Martinez

__________________........_____________________........ ____________________

AMORES BURROS

Por: Edward Torres Ruidiaz. Noviembre de 2007.DRA.

Cuando volvió a su apartamento por la noche, el Dr. Karl Mozo encontró en la portería la comunicación de su nombramiento como Personero del municipio de Margarita-Bolívar pero prefirió ignorar el papel, convencido de que era el inicio del proceso de desalojo formal. Era obvio. Había ensayado todos los atajos jurídicos posibles para demorar la resolución de una deuda que desde un principio había decidido no pagar. Tardaba menos elaborando un nuevo memorial que admirando los detalles preciosos que iba tomando su redacción y se regodeaba imaginando el gusto del juez con sus adjetivos estratégicos, los sustantivos formales y las rimas de sus argumentos. No de otra manera podría explicarse que en tres años de pleito aún no lo hubieran lanzado. En algo tenía que transpirar su talento ante la falta de pleitos que le generasen algo de dinero.El domingo temprano bajó a la portería y volvió a ver el sobre, lacrado como alguna vez leyó que lo firmaban los virreyes de la época de la colonia, pero volvió a ignorarlo. El sabor del ron de caña, que especialmente recibía cada mes desde la costa, había hecho sus estragos y el sabor a mierda vieja de su paladar le hacía la antesala a su aliento.Fue una sola borrachera seguida hasta el lunes y tirado todavía en el piso observó como el sobre lacrado reptaba por debajo de la puerta hasta el borde de la alfombra. Volvió a ignorarlo y se bañó luego de enjuagarse la boca con otro trago de Ron de Caña pero cuando iba a tomarse otro a la salida, volvió a ver la carta pegada a la puerta de la nevera y decidió abrirla.Ni siquiera llamó a confirmar la veracidad del nombramiento. Empacó sus dos vestidos de corbata, tal como rezaba el oficio, y el martes a las tres de la mañana partió hacia Margarita Bolívar.La mañana se hacía más caliente por los siete discursos que precedieron su retraso a la ceremonia de posesión en el Concejo Municipal. Los primeros correspondieron a la bancada conservadora, quienes rememoraron la estirpe goda de su Abuelo. En cambio los de la bancada liberal no ocultaron la insatisfacción con la designación de un cachaco en un puesto que, precisamente debía conocer las preocupaciones diarias de las personas más humildes y que lo peor que un Cachaco era un cachaco impuntual como el que les querían imponer.En esas estaban cuando el espacio del municipio en el día fue oscurecido por una nube de pisingos, espantados por el estruendo de cataclismo del avión que posó sus alas en el río y del cual bajó Alfonso Lopez Michelsen. Bueno, eso fue lo que dijo alguno y que el resto repitió. Pero era el Dr. Karl Mozo, embutido en la elegancia de su likiliki, blanco hasta los zapatos y sonriente hasta el alma.Ni siquiera el Alcalde de Mompós en su vida había llegado al Despacho con una pinta de aquellas y en avión, como lo estaba haciendo el Personero de los Margariteños. Pero el toque máximo de distinción fue ver a Lopez Michelsen tomarse a pico de botella un trago de ñeque con los pescadores que lo embalsaron hasta la orilla. - Es como nosotros pero fino. - Se comentó en un murmullo que acabó con la discusión y a las nueve de la mañana ya se esta estaba posesionando en su nueva oficina como Personero Municipal.Las finas maneras que le otorgaba su vestido con corbata, iluminaron especialmente su Oficina y al municipio. Estableció multas a quienes pastaran animales en la vía pública y así acabó con las minas quiebra patas, como eran llamadas las postas de mierda de los cerdos, y con el espectáculo morboso de los niños haciéndoles el amor a las burras detrás de la iglesia en pleno mediodíaLa gente se inventaba mandados que hacer en la Personería, y más aún desde que estableció el servicio de tinto y ficho de atención para los visitantes, como había visto hacer en la Personería de Sonsón-Antioquia. Desde que reconvino al Alcalde en público por ciertos detalles en los libros de presupuesto de la Alcaldía, quedó establecido el procedimiento insalvable de su visto bueno para todas las solicitudes por escrito con destino a cualquier otro nivel del gobierno municipal.Ya para entonces los profesores del Liceo recomendaban que la mejor clase de ética y protocolo consistía en tener al Personero como invitado a almorzar en la casa. Los padres de familia se lo disputaban y los estudiantes no le perdían detalle al estilo de su cuchara, la servilleta en las rodillas, su forma de masticar mirando a los ojos al interlocutor y a su fino estilo para desnudar el alma de las muchachas bonitas sin peinarlas con la mirada. Que se recuerde, el Dr. Karl fue el primer Margariteño que se dio el lujo de cumplir los cuarenta sin mujer conocida y no ser tenido por marica. Es que por fin se podía mostrar un Margariteño sin pena en cualquier parte sin que saliera, como el Alcalde, haciendo peloticas con los mocos en público.Los debates en el Concejo se hicieron más frecuentes y concurridos desde que escucharon al Dr. Karl quebrar la voz como Jorge Eliécer Gaitán y recitar, con la precisión de los filigraneros de Mompós, un rosario de leyes y decretos en el debate contra el dueño de quince cerdos decomisados en la política contra los semovientes, quien alegaba el derecho al trabajo, su derecho particular sobre el espacio público y hasta el derecho de los animales sobre este como parte integrante que eran del medio ambiente. La sesión no alcanzó para llegar a una conclusión por lo que tocó aplazarlo para el lunes siguiente.Por todos sus pergaminos, la Casa Cural lo designó como padrino multitudinario de los treinta y siete matrimonios en pecado que aún quedaban en el pueblo, a realizarse en simultánea el sábado. Ese día se estrenó el saco de lino blanco con una corbata de bolitas rojas a la altura de la pretina y fue el encargado de entregar ante el altar, una a una, las flores usadas a sus maridos de modo que, por su mediación, medio pueblo terminó emparentado entre si. Esa noche bailó hasta el éxtasis con las treinta y siete comadres pero cuando iba por la mitad se le empezó a notar la falta de mujer de los últimos tres meses. Los tragos entre pausa y pausa empezaron a colorearle la mirada. Por eso era que nunca había aceptado tomar Whisky pero no podía despreciar a los anfitriones. Las comadres que siguieron sentían el bolillo endurecido entre sus piernas pero hábilmente lo ocultaban entre las suyas para evitarle incomodidades al refinado compadre. Algunas incluso pensaron que debía ser de mala educación no acogerle una urgencia de aquellas al compadre, inconscientes de que al final lo dejaron más entonado.La brisa de la madrugada terminó de emborracharlo aún más y por la hora emprendió el camino a pié por la única calle del pueblo más largo del mundo. Se recostó contra un almendro de la plaza a vomitar el chivo guisado cuando vio las cuatro burras dormidas en el atrio de la iglesia. Rememoró sus amores de adolescente y empezó a curiosearles el rabo hasta que sin darse cuenta estaba a su gusto. Completamente sin ropa agarró instintivamente una varita con la cual empezó a rascar apasionadamente el espinazo del noble animal que le respondió con un ritmo femenino en las caderas que le subió la borrachera a la cabeza como alka seltzer burbujeante hasta que por fin se deshizo de la media tonelada de cemento que le taponaba el cerebro.Lo único bueno del Whisky era su inmunidad al guayabo, así que madrugó a terminar la ponencia para establecer definitivamente la Ley de Control de Semovientes en el Concejo. Halló una sentencia del Tribunal Administrativo de Antioquia, respaldada por una acción del Alcalde de Jericó quien decomisó y remató, sin derecho a apelación, la recua de mulas de su propia madre por pastar en la vía pública. Incluyó el párrafo de las motivaciones, insertó el caso de Jericó y adornó el comienzo y el final con un par de anécdotas que le escuchó a los ordeñadores en la madrugada sobre como una vaca alambrera había sido la verdadera causante de la masacre de la finca La Fuga y no las motivaciones políticas que narró la prensa.La historia de La Fuga en realidad sobró en el debate porque apenas leyó el caso del municipio de Jericó ya toda la bancada de nueve Concejales estaba a favor de la polémica ley y a punto de dar el pupitrazo definitivo pero desde las barras el dueño de la recua de cerdos decomisados le increpó, en voz alta para que todos oyeran: - Pa jodete, Personero burrero -.

__________________........_____________________........ ____________________

No hay comentarios:

POR QUÉ LEER

•Leer y escribir no pueden ser un lujo ni una obligación, sino una necesidad fundamental, una condición sin la cual es imposible que una sociedad ingrese realmente a una democracia participativa
Silvia Castrillón, directora de Asolectura

* Las lágrimas que derramé en el pasado,se han convertido en lluvia que riega suavemente mi jardín de hoy.

Thich Nhat Hanh

Poemas

Etéreos


La piel se hizo etérea
Y escaparon al cielo nuestras ansias
Que saciándose hasta el tope
Contemplaba al creador mismo
Entre un ejército de ángeles
Deseosos de ser mortales.

.

Agustin Valle Martinez



No vuelvas


No vuelvas a encender la hoguera
Si no te calientas en ella
Ni vuelvas a preguntar
Si estoy herido
Si no vas a socorrerme.

Alvaro Herrera Pino


Quienes somos?

La tribu es esencialmente un grupo de amigos, una cofradía amante de la literatura, que han creado espacios para incentivar la lectura crítica y la escritura creativa en el municipio de El Banco, Magdalena, Colombia.

Desde sus inicios como grupo organizado, La Tribu ha desarrollado varios proyectos de tipo literario, inicialmente se constituye como un grupo de de tertulia literaria, a raíz de la convocatoria de la Fundación para el fomento de la Lectura, Fundalectura en el año 2004, ese mismo año saca a la luz su primera obra, un colectivo literario llamado Antología de Poemas y Cuentos, esa obra fue publicada con el apoyo de la casa de la Cultura y la Alcaldía Municipal de El Banco, por ello se distribuyó de manera gratuita en las Instituciones Educativas y se remitió a las Casas de la Cultura y Bibliotecas Públicas de la Región.
Hasta hoy ha publicado con mucho esfuerzo dos antologías, varias revistas o fascículos, participado en varios eventos culturales como el festival de la Cumbia y actividades como Cine al Parque, actualmente desarrolla el Taller Literario " La Tribu" en Instituciones Educativas de educación Secundaria y Superior

La Tribu en sesión

La Tribu en sesión
Los miembros de la Tribu en desarrollo del Taller Literario

Obras Públicadas

Obras Públicadas
"Antología de Poemas y Cuentos" y Cinco Poetas banqueños" son las obras literarias de autores banqueños publicados por La Tribu

El Cuento

Cuento

El cuento es una narración breve, oral o escrita, en la que se relata una historia tanto real como ficticia. Además de su brevedad, el cuento tiene otras características estructurales que lo diferencian de la novela, la frontera entre un cuento largo y una novela corta no es fácil de definir.
En lengua castellana, la redacción de cuentos es una especialidad de América, en contraposición a la especialidad española en filología y realismo.

Que es el cuento? (Rolando Sifuentes)

El cuento es una narración ficticia que de por sí constituye una unidad, no importa cuan corta sea, no es un sub género de la novela.El cuento tampoco es algo muy moderno, viene desde muchos siglos atrás.El ser humano siempre ha necesitado decir historias para expresar sus anhelos y sus penurias. Al comienzo se hizo oralmente, luego, por el año 3500 A.C., los hijos del faraón Cheops, narraron las historias de su padre en papiro.En el antiguo testamento también encontramos cuentos, aunque no se les llame cuentos, pues fueron escritas con el propósito de transmitir ejemplos morales y principios religiosos. Algunas de estas historias se encuentran en el Libro de Ruth, en el de Jonás, Tobit y algunos otros más.

Los Primeros Cuentos

Las primeras narraciones que se conocieron en Europa llegaron del Oriente a comienzo de la edad media. Estos cuentos fueron conocidos como "Historias Arabes" de autor o autores anónimos. Esta gran obra tiene de un gran cuento: la historia de Gerenarda y el sultán; y dentro de ese cuento estan engarzados una serie de otros cuentos entre los que se encuentran "Las Mil y Una Noche", "Simbad el Marino", "Ali Baba y los Cuarenta Ladrones" y otros.Otra colección de cuentos aparecida por esa época fue "El Decameron" de Giovanni Bocaccio (1313-75). Esta obra consta de más de cien historias contadas con un estilo pícaro y licencioso ambientadas en la Italia central.A Bocaccio lo siguió Geoffrey Chaucer (1340-1400), quien escribió cerca de 17,000 líneas en verso sobre historias muchas de ellas licenciosas, conocidas como "Los Cuentos de Canterbury". A pesar de que estas historias fueron escritas en verso, ellas no son consideradas como tal sino como cuentos ya que estan más acorde con los enunciados de Aristóteles en su Poética En la América pre-hispánica también tenemos algunas joyas literarias dignas de mencionar. Por aquella época floreció el cuento oral que se transmitía de generación en generación. Estas hostorias sufrieron algunas alteraciones cuando llegaron los españoles quienes introducieron en ellas algunos elementos de la fe católica. Una de las pocas historias que se salvaron de esta mixtura fue Popol Vuh, Historias del Quiché.

El Cuento Moderno

La modernización del cuento empezó a mitad del siglo XIX, cuando Edgard Allan Poe (1809-49), escribió sus "Narraciones Extraordinarias"; una colección de cuentos de corte atmosférico, especialidad del autor y que causó terror en sus lectores.A Poe lo siguieron Nicolai Gogol (1809-52), Guy de Maupassant (1850-93) y Antón Chejov (1860-1904). Este último fue un verdadero maestro. Muchos de sus cuentos fueron enfocados desde un ángulo objetivo mientras que el ángulo preferido de la mayoría de autores era y sigue siendo el ángulo (punto de vista) del autor, subjetivo y omnisciente.En Latinoamerica también surgió un gran autor de cuentos cortos: Ricardo Palma (1833-1919), cuyas narraciones son conocidas como "Tradiciones Peruanas". Estas tradiciones estaban basadas en hechos historicos a los cuales Palma les aumentaba algo de su imaginación. Su estilo era anecdótico, ameno y con una gran dosis de humor y sátira hacia la sociedad de entonces.

SOBRE LA NOVELA Y EL CUENTO CORTO

La diferencia entre un relato corto y una novela reside en lo siguiente: un relato corto puede tratar de un crimen; una novela trata del criminal, y los hechos derivan de una estructura psicológica que, si el escritor conoce su oficio, habrá descrito previamente. Por consiguiente, la diferencia entre un relato corto y una novela no es muy grande; por ejemplo, La larga marcha, de William Styron, se ha publicado ahora como "novela corta", cuando fue publicada por primera vez en Discovery como "relato largo". Esto significa que si lo leen en Discovery están leyendo un relato, pero si compran la edición de bolsillo van a leer una novela. Con eso basta.
Las novelas cumplen una condición que no se encuentra en los relatos cortos: el requisito de que el lector simpatice o se familiarice hasta tal punto con el protagonista que se sienta impulsado a creer que haría lo mismo en sus circunstancias... o, en el caso de la narrativa escapista, que le gustaría hacer lo mismo. En un relato no es necesario crear tal identificación, pues 1) no hay espacio suficiente para proporcionar tantos datos y 2) como se pone el énfasis en los hechos, y no en el autor de los mismos, carece realmente de importancia -dentro de unos límites razonables, por supuesto- quién es el criminal. En un relato, se conoce a los protagonistas por sus actos; en una novela sucede al revés; se describe a los personajes y después hacen algo muy personal, derivado de su naturaleza individual. Podemos afirmar que los sucesos de una novela son únicos, no se encuentran en otras obras; sin embargo, los mismos hechos acaecen una y otra vez en los relatos hasta que, por fin, se establece un código cifrado entre el lector y el autor. No estoy seguro de que esto sea especialmente negativo.
Además, una novela -en particular una novela de ciencia ficción- crea todo un mundo, aderezado con toda clase de detalles insignificantes..., insignificantes, quizá, para describir los personajes de la novela, pero vitales para que el lector complete su comprensión de todo ese mundo ficticio. En un relato, por otra parte, usted se siente transportado a otro mundo cuando los melodramas se le vienen encima desde todas las paredes de la habitación... como describió una vez Ray Bradbury. Este solo hecho catapulta el relato hacia la ciencia ficción.
Un relato de ciencia ficción exige una premisa inicial que le desligue por completo de nuestro mundo actual. Toda buena narrativa ha de llevar a cabo esta ruptura, tanto en la lectura como en la escritura. Hay que describir un mundo ficticio totalmente. Sin embargo, un escritor de ciencia ficción se halla sometido a una presión más intensa que en obras como, por ejemplo, Paul's Case o Big Blonde, dos variedades de la narrativa general que siempre permanecerán con nosotros.
En los relatos de ciencia ficción se describen hechos de ciencia ficción; en las novelas de este tema se describen mundos. Los relatos de esta colección describen cadenas de acontecimientos. El nudo central de los relatos es una crisis, una situación límite en la que el autor involucra a sus personajes, hasta tal extremo que no parece existir solución. Y luego, por lo general, les proporciona una salida. Sin embargo, los acontecimientos de una novela están tan enraizados en la personalidad del protagonista que, para sacarlo de sus apuros, debería volver atrás y reescribir su personaje. Esta necesidad no se encuentra en un relato, sobre todo cuanto más breves sea (relatos largos como Muerte en Venecia, de Thomas Mann, o la obra de Styron antes comentada son, en realidad, novelas cortas). De todo esto se deduce por qué los escritores de ciencia ficción pueden escribir cuentos pero no novelas, o novelas pero no cuentos; todo puede ocurrir en un cuento; el autor adapta sus personajes al tema central. El cuento es mucho menos restrictivo que una novela, en términos de acontecimientos. Cuando un escritor acomete una novela, ésta empieza poco a poco a encarcelarlo, a restarle libertad; sus propios personajes se rebelan y hacen lo que les apetece... no lo que a él le gustaría que hicieran. En ello reside la solidez de una novela, por una parte, y su debilidad, por otra.

FIN
Phillip K. Dick


Fragmento del prólogo de Doce Cuentos Peregrinos
De Gabriel García Marquez.

“El esfuerzo de escribir un cuento corto es tan intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo de una novela hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud, y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo demás es el placer de escribir, el más íntimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se queda corrigiendo el libro por el resto de la vida es porque el mismo rigor de hierro que hace falta para empezarlo se impone para terminarlo. El cuento, en cambio, no tiene principio ni fin: fragua o no fragua. Y si no fragua, la experiencia propia y la ajena enseñan que en la mayoría de las veces es más saludable empezarlo de nuevo por otro camino, o tirarlo a la basura. Alguien que no recuerdo lo dijo bien con una frase de consolación: «Un buen escritor se aprecia mejor por lo que rompe que por lo que publica». Es cierto que no rompí los borradores y las notas, pero hice algo peor: los eché al olvido”.