domingo, 27 de julio de 2008

Taller Literario


Este fin de semana, La Tribu desarrolló su acostumbrado Taller de escritura creativa, en esta oportunidad los talleristas se contaron entre si sus historias de vida y como resultado se escribieron las siguientes narraciones:

:) ;)

El extraño.

Por Agustín valle Martínez

Cuando lo vimos, no pudimos menos que evocar aquella famosa canción de la época de oro del Rock en español, era él: el extraño de pelo largo.

Parece que su vida comenzó antes de su nacimiento, quizá por allá por el siglo XIII, si se tiene en cuenta su estoicismo aparente y su soledad de monje, sin embargo se declara esclavo de los placeres mundanos, un verdadero epicúreo, aunque combinado con una gran dosis de moral que de seguro lo atormenta en sus días más angustiosos cuando la culpa lo señala por ser lo que es.

Ese es él, un personaje de novela que se empeña en descubrir si la suya en una de esas tragedias griegas o una de esas historias rosas que luego de todas las desventuras terminará con final feliz.

.

Julio de 2008.

;)

LA VENTANA

Por: Edward Torres Ruidiaz.


La había visto pasar tantas veces que podría decirse que se conocían de tiempo atrás. Aunque ni siquiera el nombre le había dado, sabía que adoraba el chococono y que por nada del mundo se perdía la novela de las diez. Y que aunque era el blanco el color que mejor la vestía, era el rojo el que más usaba; de seguro para mimetizar la tristeza de sus ojos que cada quince días, puntualmente, se enrojecían por el llanto.

Debía ser una pena de amor. Así lo delataban la dejadez de sus mejillas y el rojo incendiado de sus labios, propios de los amores reprimidos.

Después ella se sentaba bajo los almendros del parque, a leer sin pasar las hojas, a dormir sin cerrar los ojos y a hablar sin escuchar a las amigas.

Fuera de esos días, sus pasos menudos la transportaban de la tienda a la carnicería y del banco a la droguería. “Buenos días” le decía cuando pasaba a comprar los bollos limpios del desayuno y “buenas tardes” al regresar con los plátanos para el almuerzo y los bollos de plátano para la cena. Eran las únicas tres palabras que de sus labios había escuchado salir.

Pero esa tarde se decidió. Esperó a que llegaran los días del llanto, cuando más abierto estaría el corazón, practicando memoriosamente las palabras y así evitar cualquier error: “como estás” respondería esta vez al “buenos días”. Le diría algo sobre el clima, dependiendo, y después le diría que en sueños ya había contado los lunares de su cuerpo, que eran veintitrés, y que sobre todo le había contado aquel lunar. Le contaría también que la habia hecho protagonista de las canciones que sin decirle le había dedicado, que se despertaba sudando de fiebre por ella y que era el sueño del cual no quisiera despertar jamás. De ahí en adelante, que hablara el corazón.

Así que bajó de la ventana y la esperó.

.

Julio 25 de 2008.



;)


El rechazo de una adolescente


Lo siguiente cuenta sobre una adolescente de 17 años. Su vida era como la de cualquier persona de su edad; a veces se peleba con sus hermanos, con sus padres y con sus vecinos, pues no la entendían.


Aunque ella era muy tranquila y un poco tímida, como toda joven quería salir, conocer y explorar; cada vez que tenía que ir a la biblioteca a hacer tareas no la dejaban. Pensaban que se iba para otro lado. Siempre se encerraba en su cuarto llorando y muy desilusionada por que no le tenían confianza; en su mente rondaban miles de preguntas que a sus padres le parecían muy avanzadas para ella. No tenia amigas, sus hermanos la ignoraban. Su vida era así. Nunca la tomaban en serio, la humillaban y rechazaban.


Aunque estaba sola en su curso era excelente.


Ya cansada de todo decidió irse de su dizque familia. Sola se fue para Bogotá, donde sus tíos. Ella termina sus estudios con planes de universidad. Tiene buena influencia, miles de amigos, tiene una vida feliz y sus padres en la completa pobreza viven ahora. Perdieron una gran joya, no supieron valorarla.

:)



No hay comentarios:

POR QUÉ LEER

•Leer y escribir no pueden ser un lujo ni una obligación, sino una necesidad fundamental, una condición sin la cual es imposible que una sociedad ingrese realmente a una democracia participativa
Silvia Castrillón, directora de Asolectura

* Las lágrimas que derramé en el pasado,se han convertido en lluvia que riega suavemente mi jardín de hoy.

Thich Nhat Hanh

Poemas

Etéreos


La piel se hizo etérea
Y escaparon al cielo nuestras ansias
Que saciándose hasta el tope
Contemplaba al creador mismo
Entre un ejército de ángeles
Deseosos de ser mortales.

.

Agustin Valle Martinez



No vuelvas


No vuelvas a encender la hoguera
Si no te calientas en ella
Ni vuelvas a preguntar
Si estoy herido
Si no vas a socorrerme.

Alvaro Herrera Pino


Quienes somos?

La tribu es esencialmente un grupo de amigos, una cofradía amante de la literatura, que han creado espacios para incentivar la lectura crítica y la escritura creativa en el municipio de El Banco, Magdalena, Colombia.

Desde sus inicios como grupo organizado, La Tribu ha desarrollado varios proyectos de tipo literario, inicialmente se constituye como un grupo de de tertulia literaria, a raíz de la convocatoria de la Fundación para el fomento de la Lectura, Fundalectura en el año 2004, ese mismo año saca a la luz su primera obra, un colectivo literario llamado Antología de Poemas y Cuentos, esa obra fue publicada con el apoyo de la casa de la Cultura y la Alcaldía Municipal de El Banco, por ello se distribuyó de manera gratuita en las Instituciones Educativas y se remitió a las Casas de la Cultura y Bibliotecas Públicas de la Región.
Hasta hoy ha publicado con mucho esfuerzo dos antologías, varias revistas o fascículos, participado en varios eventos culturales como el festival de la Cumbia y actividades como Cine al Parque, actualmente desarrolla el Taller Literario " La Tribu" en Instituciones Educativas de educación Secundaria y Superior

La Tribu en sesión

La Tribu en sesión
Los miembros de la Tribu en desarrollo del Taller Literario

Obras Públicadas

Obras Públicadas
"Antología de Poemas y Cuentos" y Cinco Poetas banqueños" son las obras literarias de autores banqueños publicados por La Tribu

El Cuento

Cuento

El cuento es una narración breve, oral o escrita, en la que se relata una historia tanto real como ficticia. Además de su brevedad, el cuento tiene otras características estructurales que lo diferencian de la novela, la frontera entre un cuento largo y una novela corta no es fácil de definir.
En lengua castellana, la redacción de cuentos es una especialidad de América, en contraposición a la especialidad española en filología y realismo.

Que es el cuento? (Rolando Sifuentes)

El cuento es una narración ficticia que de por sí constituye una unidad, no importa cuan corta sea, no es un sub género de la novela.El cuento tampoco es algo muy moderno, viene desde muchos siglos atrás.El ser humano siempre ha necesitado decir historias para expresar sus anhelos y sus penurias. Al comienzo se hizo oralmente, luego, por el año 3500 A.C., los hijos del faraón Cheops, narraron las historias de su padre en papiro.En el antiguo testamento también encontramos cuentos, aunque no se les llame cuentos, pues fueron escritas con el propósito de transmitir ejemplos morales y principios religiosos. Algunas de estas historias se encuentran en el Libro de Ruth, en el de Jonás, Tobit y algunos otros más.

Los Primeros Cuentos

Las primeras narraciones que se conocieron en Europa llegaron del Oriente a comienzo de la edad media. Estos cuentos fueron conocidos como "Historias Arabes" de autor o autores anónimos. Esta gran obra tiene de un gran cuento: la historia de Gerenarda y el sultán; y dentro de ese cuento estan engarzados una serie de otros cuentos entre los que se encuentran "Las Mil y Una Noche", "Simbad el Marino", "Ali Baba y los Cuarenta Ladrones" y otros.Otra colección de cuentos aparecida por esa época fue "El Decameron" de Giovanni Bocaccio (1313-75). Esta obra consta de más de cien historias contadas con un estilo pícaro y licencioso ambientadas en la Italia central.A Bocaccio lo siguió Geoffrey Chaucer (1340-1400), quien escribió cerca de 17,000 líneas en verso sobre historias muchas de ellas licenciosas, conocidas como "Los Cuentos de Canterbury". A pesar de que estas historias fueron escritas en verso, ellas no son consideradas como tal sino como cuentos ya que estan más acorde con los enunciados de Aristóteles en su Poética En la América pre-hispánica también tenemos algunas joyas literarias dignas de mencionar. Por aquella época floreció el cuento oral que se transmitía de generación en generación. Estas hostorias sufrieron algunas alteraciones cuando llegaron los españoles quienes introducieron en ellas algunos elementos de la fe católica. Una de las pocas historias que se salvaron de esta mixtura fue Popol Vuh, Historias del Quiché.

El Cuento Moderno

La modernización del cuento empezó a mitad del siglo XIX, cuando Edgard Allan Poe (1809-49), escribió sus "Narraciones Extraordinarias"; una colección de cuentos de corte atmosférico, especialidad del autor y que causó terror en sus lectores.A Poe lo siguieron Nicolai Gogol (1809-52), Guy de Maupassant (1850-93) y Antón Chejov (1860-1904). Este último fue un verdadero maestro. Muchos de sus cuentos fueron enfocados desde un ángulo objetivo mientras que el ángulo preferido de la mayoría de autores era y sigue siendo el ángulo (punto de vista) del autor, subjetivo y omnisciente.En Latinoamerica también surgió un gran autor de cuentos cortos: Ricardo Palma (1833-1919), cuyas narraciones son conocidas como "Tradiciones Peruanas". Estas tradiciones estaban basadas en hechos historicos a los cuales Palma les aumentaba algo de su imaginación. Su estilo era anecdótico, ameno y con una gran dosis de humor y sátira hacia la sociedad de entonces.

SOBRE LA NOVELA Y EL CUENTO CORTO

La diferencia entre un relato corto y una novela reside en lo siguiente: un relato corto puede tratar de un crimen; una novela trata del criminal, y los hechos derivan de una estructura psicológica que, si el escritor conoce su oficio, habrá descrito previamente. Por consiguiente, la diferencia entre un relato corto y una novela no es muy grande; por ejemplo, La larga marcha, de William Styron, se ha publicado ahora como "novela corta", cuando fue publicada por primera vez en Discovery como "relato largo". Esto significa que si lo leen en Discovery están leyendo un relato, pero si compran la edición de bolsillo van a leer una novela. Con eso basta.
Las novelas cumplen una condición que no se encuentra en los relatos cortos: el requisito de que el lector simpatice o se familiarice hasta tal punto con el protagonista que se sienta impulsado a creer que haría lo mismo en sus circunstancias... o, en el caso de la narrativa escapista, que le gustaría hacer lo mismo. En un relato no es necesario crear tal identificación, pues 1) no hay espacio suficiente para proporcionar tantos datos y 2) como se pone el énfasis en los hechos, y no en el autor de los mismos, carece realmente de importancia -dentro de unos límites razonables, por supuesto- quién es el criminal. En un relato, se conoce a los protagonistas por sus actos; en una novela sucede al revés; se describe a los personajes y después hacen algo muy personal, derivado de su naturaleza individual. Podemos afirmar que los sucesos de una novela son únicos, no se encuentran en otras obras; sin embargo, los mismos hechos acaecen una y otra vez en los relatos hasta que, por fin, se establece un código cifrado entre el lector y el autor. No estoy seguro de que esto sea especialmente negativo.
Además, una novela -en particular una novela de ciencia ficción- crea todo un mundo, aderezado con toda clase de detalles insignificantes..., insignificantes, quizá, para describir los personajes de la novela, pero vitales para que el lector complete su comprensión de todo ese mundo ficticio. En un relato, por otra parte, usted se siente transportado a otro mundo cuando los melodramas se le vienen encima desde todas las paredes de la habitación... como describió una vez Ray Bradbury. Este solo hecho catapulta el relato hacia la ciencia ficción.
Un relato de ciencia ficción exige una premisa inicial que le desligue por completo de nuestro mundo actual. Toda buena narrativa ha de llevar a cabo esta ruptura, tanto en la lectura como en la escritura. Hay que describir un mundo ficticio totalmente. Sin embargo, un escritor de ciencia ficción se halla sometido a una presión más intensa que en obras como, por ejemplo, Paul's Case o Big Blonde, dos variedades de la narrativa general que siempre permanecerán con nosotros.
En los relatos de ciencia ficción se describen hechos de ciencia ficción; en las novelas de este tema se describen mundos. Los relatos de esta colección describen cadenas de acontecimientos. El nudo central de los relatos es una crisis, una situación límite en la que el autor involucra a sus personajes, hasta tal extremo que no parece existir solución. Y luego, por lo general, les proporciona una salida. Sin embargo, los acontecimientos de una novela están tan enraizados en la personalidad del protagonista que, para sacarlo de sus apuros, debería volver atrás y reescribir su personaje. Esta necesidad no se encuentra en un relato, sobre todo cuanto más breves sea (relatos largos como Muerte en Venecia, de Thomas Mann, o la obra de Styron antes comentada son, en realidad, novelas cortas). De todo esto se deduce por qué los escritores de ciencia ficción pueden escribir cuentos pero no novelas, o novelas pero no cuentos; todo puede ocurrir en un cuento; el autor adapta sus personajes al tema central. El cuento es mucho menos restrictivo que una novela, en términos de acontecimientos. Cuando un escritor acomete una novela, ésta empieza poco a poco a encarcelarlo, a restarle libertad; sus propios personajes se rebelan y hacen lo que les apetece... no lo que a él le gustaría que hicieran. En ello reside la solidez de una novela, por una parte, y su debilidad, por otra.

FIN
Phillip K. Dick


Fragmento del prólogo de Doce Cuentos Peregrinos
De Gabriel García Marquez.

“El esfuerzo de escribir un cuento corto es tan intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo de una novela hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud, y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo demás es el placer de escribir, el más íntimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se queda corrigiendo el libro por el resto de la vida es porque el mismo rigor de hierro que hace falta para empezarlo se impone para terminarlo. El cuento, en cambio, no tiene principio ni fin: fragua o no fragua. Y si no fragua, la experiencia propia y la ajena enseñan que en la mayoría de las veces es más saludable empezarlo de nuevo por otro camino, o tirarlo a la basura. Alguien que no recuerdo lo dijo bien con una frase de consolación: «Un buen escritor se aprecia mejor por lo que rompe que por lo que publica». Es cierto que no rompí los borradores y las notas, pero hice algo peor: los eché al olvido”.