Este fin de semana, La Tribu desarrolló su acostumbrado Taller de escritura creativa, en esta oportunidad los talleristas se contaron entre si sus historias de vida y como resultado se escribieron las siguientes narraciones:
El extraño.
Por Agustín valle Martínez
Cuando lo vimos, no pudimos menos que evocar aquella famosa canción de la época de oro del Rock en español, era él: el extraño de pelo largo.
Parece que su vida comenzó antes de su nacimiento, quizá por allá por el siglo XIII, si se tiene en cuenta su estoicismo aparente y su soledad de monje, sin embargo se declara esclavo de los placeres mundanos, un verdadero epicúreo, aunque combinado con una gran dosis de moral que de seguro lo atormenta en sus días más angustiosos cuando la culpa lo señala por ser lo que es.
Ese es él, un personaje de novela que se empeña en descubrir si la suya en una de esas tragedias griegas o una de esas historias rosas que luego de todas las desventuras terminará con final feliz.
.Julio de 2008.
LA VENTANA
Por: Edward Torres Ruidiaz.
La había visto pasar tantas veces que podría decirse que se conocían de tiempo atrás. Aunque ni siquiera el nombre le había dado, sabía que adoraba el chococono y que por nada del mundo se perdía la novela de las diez. Y que aunque era el blanco el color que mejor la vestía, era el rojo el que más usaba; de seguro para mimetizar la tristeza de sus ojos que cada quince días, puntualmente, se enrojecían por el llanto.
Debía ser una pena de amor. Así lo delataban la dejadez de sus mejillas y el rojo incendiado de sus labios, propios de los amores reprimidos.
Después ella se sentaba bajo los almendros del parque, a leer sin pasar las hojas, a dormir sin cerrar los ojos y a hablar sin escuchar a las amigas.
Fuera de esos días, sus pasos menudos la transportaban de la tienda a la carnicería y del banco a la droguería. “Buenos días” le decía cuando pasaba a comprar los bollos limpios del desayuno y “buenas tardes” al regresar con los plátanos para el almuerzo y los bollos de plátano para la cena. Eran las únicas tres palabras que de sus labios había escuchado salir.
Pero esa tarde se decidió. Esperó a que llegaran los días del llanto, cuando más abierto estaría el corazón, practicando memoriosamente las palabras y así evitar cualquier error: “como estás” respondería esta vez al “buenos días”. Le diría algo sobre el clima, dependiendo, y después le diría que en sueños ya había contado los lunares de su cuerpo, que eran veintitrés, y que sobre todo le había contado aquel lunar. Le contaría también que la habia hecho protagonista de las canciones que sin decirle le había dedicado, que se despertaba sudando de fiebre por ella y que era el sueño del cual no quisiera despertar jamás. De ahí en adelante, que hablara el corazón.
Así que bajó de la ventana y la esperó.
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Julio 25 de 2008.
;)
El rechazo de una adolescente
Lo siguiente cuenta sobre una adolescente de 17 años. Su vida era como la de cualquier persona de su edad; a veces se peleba con sus hermanos, con sus padres y con sus vecinos, pues no la entendían.
Aunque ella era muy tranquila y un poco tímida, como toda joven quería salir, conocer y explorar; cada vez que tenía que ir a la biblioteca a hacer tareas no la dejaban. Pensaban que se iba para otro lado. Siempre se encerraba en su cuarto llorando y muy desilusionada por que no le tenían confianza; en su mente rondaban miles de preguntas que a sus padres le parecían muy avanzadas para ella. No tenia amigas, sus hermanos la ignoraban. Su vida era así. Nunca la tomaban en serio, la humillaban y rechazaban.
Aunque estaba sola en su curso era excelente.
Ya cansada de todo decidió irse de su dizque familia. Sola se fue para Bogotá, donde sus tíos. Ella termina sus estudios con planes de universidad. Tiene buena influencia, miles de amigos, tiene una vida feliz y sus padres en la completa pobreza viven ahora. Perdieron una gran joya, no supieron valorarla.
:)
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