Era las 1:15 AM de la madrugada del sábado cuando mi compadre Rafael Ernesto De La Espriella Seberine mejor conocido en el combo como “el rafa” se estaba pegando unos tragos conmigo, Hugo Fernando de la Cruz más conocido como “el chirri ” entre los amigos y en la sociedad “olla de presión “ porque todo los cueros los ablanda, porque eso si mujer, que se atraviese mujer que no perdono, porque yo soy como el dermatólogo: al grano, pero bueno yo de mi vida no le vengo hablar porque no termino, pero préstele atención a este cuento.
Resulta pasa y acontece mi compadre Rafa, me llamó tipo siete de la noche a mi casa como de costumbre todo los sábados ya saben para que, “a beber” porque nosotros en el fin de semana somos como “el ñato mama ron”, entonces quedamos que nos viéramos a la diez de la noche en la discoteca de siempre, la popular Tropicana la más bacana. Era la diez y Salí pa´ la discoteca espere que llegará mi compadre me tomé una fría pa´l calor, miré mi reloj era la diez y quince minutos cuando de pronto veo en la puerta dos hembra linda y si adivine…. quien era: mi compa´e Rafa que traía dos hembras, una en cada mano, mi compa´e me la presentó y me dijo “chirri” como están, yo le respondí como la canción de villazon 90-60-90.
En ese momento como buen costeño la saque a bailar a una de ella, y lo mejor fue que colocaron fue una champeta, pero eso no importo le pregunté su nombre y me dijo Felina y en mi cabeza pensé mmm con ese nombre debe ser gata, como buen “chirri” que soy la cogí de la cintura la apercollé bien que quedaré la pierda derecha mía en medio de la dos piernas de Felina , bien pegadito que quedáramos boquita con boquita, ombligo con ombligo y de ahí pa bajo ya se lo deben estar imaginado. Y la voy ajustando bailamos diez disco seguido y eso, pare porque ella me dijo sino la hubiera hecho sudar hasta por las uñas de la manos. Eran la dos de la mañana cuando mi compadre Rafa ya estaba cogido llegando a 3:15, ya estaba hablando mucho lo normal de él cuándo se emborracha. Pero mi compa´e también tiene lo suyo cogió a la hembra de él y le pego su ajustada bailando más de quince minuto, no joda como será de lo que bailaba, que bailaba más que loco en cambión. Por mi parte como buen costeño firme, e chao p´alante y parrandero estaba parliando a la hembra la popular Felina, erdaa esa hembra no sabía que hace y si adivine que paso se la dejo ahí como dice Diomedes, no mentira la bese porque ustedes saben de este pechito ninguna mujer se salva, me la entrompe le pegue su ajustada de diez minuto hasta dejarle la boca reseca porque uno lo primero que tiene que hacer es marcá a la mujer con el sello de uno, porque cuando uno es buen caballo come hoy, mañana y siempre.
El Rafa tiro la toalla, no quería más trago era como las tres de la madruga y mi compadre me dejó solo tomando con las hembras y me enganchó a tomá, como será de lo que tomamos que desde la tres hasta la cinco de la madrugada nos tomamos cinco litros de Old Parr superior entre los tres y eso que el último me lo tome yo solo, porqué la dos hembras también tiraron la toalla, como será de la peaa que estaba más prendido que “uy uy uy” el loquito borrachin cara pintada, que el “macho macho” y todo ese combo de locos en carnavales . Ya era las cinco y media cuando me tocó lo más pesado de toda fiesta: recoger borrachos; lleve las dos hembras y mi compadre a la casa de él porque no sabía donde vivían las dos hembras. Caminado pa´ mi casa me da cipote hambre y entonces pare y me puse a pensar que estará abierto a esta hora y dije: ya se, la plaza de la Almotacén, erdaa cuando llegue pedí un plato de mondongo , cuando veo ese plato de mondongo estaba verde fluorescente, parecía un mondongo de hace una semana pero eso no importa, me lo comí, el mondongo olía más feo que la alcantarilla de la esquina ocho, si ahí, ya se imaginaron donde y después le fui dando mate a la empanada, al buñuelo y a la popular morcilla en el amanecer con un jugo de naranja puro por si me caía pesado, me bajara por la vía del ñango y no me subiera por la vía de la boca. Terminé de comer y me fui tranquilo para mi casa como dicen barriga llena corazón contento.
Y este ha sido una historia más del popular “chirri” alias el cloro porque…
se las dejo ahí.